En 1931, el entonces presidente de México, el sonorense Abelardo L. Rodríguez, concedió otorgarle una pensión de cien pesos mensuales a la nieta de Miguel Hidalgo y Costilla.
De acuerdo con un recorte de periódico que el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) compartió en redes sociales, y que forma parte de su acervo, el Presidente expidió un decreto en diciembre de 1931, en el cual se acordó otorgar “una pensión de cien pesos mensuales a la nieta de don de Miguel Hidalgo y Costilla, señorita Dolores Durán e Hidalgo y Costilla”.
La nota periodística cita parte del decreto presidencial a partir del cual se le otorgó la pensión:
“Se concede a la señorita Dolores Durán e Hidalgo y Costilla una pensión de cien pesos mensuales como descendiente del Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla, pensión que le será pagada íntegramente por la Tesorería General de la Nación mientras conserve su actual estado civil”.
En 1952, Dolores Durán e Hidalgo y Costilla, llamada cariñosamente Lolita, pidió al entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines que le fuera aumentada su pensión; su solicitud fue turnada a la Secretaría de Gobernación y durante varios años no recibió respuesta, razón por la cual, la nieta de Hidalgo pidió ayuda a la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el archivo del Diario de los Debates de la Cámara de Diputados, el 17 de noviembre de 1958, la nieta del Padre de la Patria acudió a los legisladores para solicitar que le aumentaran la pensión, pues debido a su avanzada edad y mal estado de salud, no podía dedicarse a ningún trabajo para sobrevivir.
La nieta del padre Hidalgo envió entonces la siguiente carta a la Cámara de Diputados:
“México, D. F., a 17 de noviembre de 1958.
“Sr. C. Presidente de la H. Cámara de Diputados. Presente.
“Dolores Durán e Hidalgo y Costilla, descendiente directa del Padre de la Independencia, don Miguel Hidalgo y Costilla, con el debido respeto comparezco ante usted y expongo:
“Que con fecha 18 de diciembre de 1952 me dirigí al señor Presidente de la República, para pedirle me fuera aumentada mi pensión de $ 100.00 (cien pesos 00/100) mensuales, que vengo disfrutando, manifestando, al señor Presidente que en la actualidad me es indispensable dicho aumento dado el alto costo de la vida y por tener, además una avanzada edad, estar enferma y tener a mi cargo un sobrino; dicha petición fue turnada a la Secretaría de Gobernación, por la Presidencia de la República, según correograma No. 4486 de fecha 15 de enero de 1953, contestándome la mencionada dependencia, en oficio No. 842, que me presentara con mi tarjeta de pensionista.
“Como hasta la fecha no se me ha resuelto absolutamente nada, no obstante de haber cubierto el requisito señalado por la Dirección General de Gobierno en su expresado oficio No. 842, por medio del presente me permito hacer un nuevo recordatorio a mi súplica.
“Posteriormente y con fecha 3 de septiembre de 1954 me dirigí de nuevo al señor Presidente de la República y el C. Director de Gobierno de la mencionada Secretaría de Gobernación con mi misma súplica y en oficio No. 6988 se me contestó que se ha tomado nota.
“Por todo lo antes expuesto, señores diputados, solicito de esa H. Legislatura su valioso apoyo, confiando en el alto patriotismo que les caracteriza, para que tomando en consideración el derecho que me asiste, no para una elevada pensión como hay tantas, sí creo de justicia que se me nivele a algo razonable para poder atender a mis necesidades.
“Suplicándoles que ustedes se sirvan impartirme justicia, les anticipo mi sincero reconocimiento.
“Atentamente.
“Dolores Durán e Hidalgo y Costilla”.
A raíz de esta solicitud, los integrantes de la 1ª Comisión de Hacienda propusieron al pleno derogar la pensión de 100 pesos mensuales que le fue otorgada a la nieta de Hidalgo en 1931 y aumentarla a 20 pesos diarios. Corría entonces el mes de diciembre de 1958.
Al ser enviada esta iniciativa a la Cámara de Senadores, estos rechazaron la propuesta de otorgar pensión de 20 pesos diarios y propusieron que el aumento fuera de 25 pesos al día. Sin embargo dicha iniciativa no fue aprobada sino hasta diciembre de 1968.
En 1960 el presidente Adolfo López Mateos emitió un decreto en el que derogó la pensión de 1931 otorgada a Dolores Durán y le concedió una pensión de 20 pesos diarios. Así consta en el Diario Oficial de la Federación del 7 de junio de 1960.
Dolores Durán e Hidalgo y Costilla murió en 1969 en la Ciudad de México, meses después de que le concedieron el aumento de su pensión a 25 pesos diarios.