En su arquitectura colonial y el misticismo que desprenden sus callejones, Guanajuato guarda diversas historias que hacen a esta entidad como uno de los destinos que atrae al turismo nacional e internacional.
Uno de los lugares que llama la atención de los curiosos es el Museo de las Momias, sitio que alberga 111 cuerpos, cuatro cabezas y dos fetos.
En la oscuridad del lugar se encuentran vitrinas con los cuerpos inertes de personas que vivieron durante los siglos XIX y XX, y que fueron sepultadas en el panteón de Santa Paula de este municipio, de donde han sido exhumados casi una centena de cuerpos.
Una de las razones de que estos cuerpos hayan sido momificados se debe a la composición del suelo, que es rico en nitratos y alumbre, compuestos que fomentan la preservación de tejidos vivos.
Una vez adentrados en el lugar, se encuentra de pie vestido de saco, chaleco, camisa y pantalón, la primera momia descubierta en 1865, con el nombre de Remigio Leroy, un francés que vivió en Guanajuato y que murió a los 50 años de edad; también pueden encontrar una momia en su ataúd, una mujer que por sus rasgos se cree que es de origen oriental y que fue exhumada en 1867.
En 1970 se estrenó la película de terror mexicana titulada “Santo contra las Momias de Guanajuato”, en la que el Enmascarado de Plata enfrenta a las momias, que mágicamente volvieron a la vida.
El filme permitió al museo consolidar su posición como atracción turística mexicana y hasta la fecha es uno de los lugares obligados a conocer al visitar Guanajuato.
Con el paso de los años, este lugar sigue llamado la atención de científicos e historiadores que vienen a investigar para saber más acerca de las momias, la causa y el año de su fallecimiento, así como mostrar al visitante que dentro de este museo se les debe guardar respeto, pues algunas de esas personas tuvieron una muerte trágica.