Cada 14 de febrero celebramos a San Valentín y el Día del Amor y la Amistad.
Pero, ¿cuál es el origen de este festejo? ¿Por qué precisamente el 14 de febrero celebramos el Día de los Enamorados?
Su origen se remonta a celebraciones paganas realizadas en la antigua Roma, cuando en esas mismas fechas se celebra la Lupercalia que incluía ritos para la fertilidad.
Para el año 496 d. C., el papa Gelasio I le dio un giro a esta celebración, al tiempo que instauró que el 14 de febrero se festejara el día de San Valentín.
La explicación está en el santoral católico. El 14 de febrero es la fecha en que se celebra a San Valentín de Roma o de Terni, quien es considerado como el santo patrono de los enamorados.
Historia de San Valentín
Valentín de Terni fue médico y sacerdote católico que sirvió en Roma, Italia durante el siglo III d.C.
Este sacerdote se hizo famoso porque celebraba matrimonios a escondidas, pues muchas parejas estaban enamoradas y no podían casarse legalmente en Roma porque el emperador Claudio II lo prohibía.
El emperador romano consideraba que los solteros eran mejores soldados, pues no tenían compromisos ni ataduras. Por esa razón prohibió que las parejas se casaran.
Cuando Claudio II descubrió que San Valentín realizaba bodas en secreto, ordenó que el sacerdote fuera detenido y lo sentenció a muerte.
Durante su captura, San Valentín se hizo amigo de su carcelero, Asterious, quien quedó tan impresionado con la del sacerdote que le pidió que ayudara a su hija Julia con sus lecciones. Ella era ciega y necesitaba que alguien le leyera libros para su aprendizaje.
El emperador Claudio también llegó a quererlo, y hasta se ofreció a perdonarlo si renunciaba a su fe cristiana y aceptaba adorar a los dioses romanos.
San Valentín se negó a abandonar su fe y enfureció al emperador, quien lo condenó a morir decapitado.
Antes de que se cumpliera el castigo, el santo escribió una última nota a Julia, alentándola a permanecer cerca de Jesús y también para agradecerle por haber sido su amiga. Al final de la nota firmó: “De tu Valentín”.
Esto fue lo que inspiró a que las personas para que comenzaran a escribir cartas de amor.
San Valentín fue ejecutado en la Vía Flaminiana, donde después el Papa Juan Pablo Primero (523-526) pidió que se levantara un templo bajo su invocación y de la cual aún se conservan la mayor parte de sus reliquias en la iglesia de Santa Praxedes.
Previo a este hecho, en el año 496, el Papa Gelasio designó el 14 de febrero como el día oficial de San Valentín.
Otras leyendas cuentan que también es el santo del amor porque su celebración es cerca de los días en los que los pájaros comienzan a emparejarse.
Para el año 1328, el escritor inglés Geoffrey Chaucer escribió un poema titulado Parlamento de los pájaros, en el que menciona por primera vez el Día de San Valentín como un día en el que se festeja a los enamorados.
Por ello en Europa se comenzó a considerar este día como el día del amor. Incluso, el rey Carlos VI de Francia creó la Corte del Amor que consistía en una competencia entre los cortesanos para conseguir pareja.
A partir del siglo XV se comenzó a hacer costumbre escribir poemas conocidos como Valentinas entre los enamorados. Ya en el siglo XIX, en Gran Bretaña, comenzó la fabricación masiva de tarjetas de San Valentín.