Los alimentos transgénicos son aquellos organismos que poseen alguna modificación en su material genético, ya sea por inclusión de genes de otras especies, corte y eliminación de algunos genes o silenciamiento de algunas secuencias.
Los transgénicos se pueden utilizar para diversos fines, como fabricación de vacunas, producción de antibióticos, de hormonas o de alimentos.
Los cultivos y alimentos transgénicos, uno de los grupos más importantes de organismos genéticamente modificados (OGM) son un producto reciente en el mercado mundial: a partir de 1996 se comienzan a sembrar libremente en Estados Unidos.
Actualmente existen en el mercado cuatro cultivos: maíz, algodón, soya y canola, que se siembran a nivel comercial en varios países: Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, India, China, Paraguay y Sudáfrica. Las transformaciones genéticas presentes en estas variedades comerciales son básicamente dos: resistencia a herbicidas y resistencia a insectos.
A pesar de que se realizan bajo procedimientos controlados y la mayoría de modalidades utilizadas para producir estos organismos están autorizadas, han suscitado un intenso debate entre quienes ven una mejora significativa y muchas ventajas y quienes señalan los riesgos que estos productos podrían esconder.
A esta discordancia se le agrega el hecho de que ninguna ley obliga a los productores a indicar qué productos tienen modificaciones genéticas aunque sí es perceptivo de señalarlo cuando un producto cuenta con al menos un 0.9 por ciento de algún transgénico.
10 alimentos transgénicos. ejemplos
Maíz
A las semillas se les insertan Genes en el genoma de la planta, para hacerlo más resistente a insectos.
Trigo
La intención es hacerlo más resistente ante sequías.
Papas
Se modifican para invalidar las enzimas de almidón.
Tomates
Se inhiben enzimas para lograr que el tiempo de descomposición del fruto, sea más lento.
Arroz
Se le introducen tres genes nuevos, para conseguir un arroz con mayor contenido de vitamina A.
Azúcar
Su modificación tiene el propósito de hacerla resistente a los herbicidas.
Naranjas
Son expuestas a una sustancia (etileno) que apresura la degradación de la clorofila.
Girasol
Se alteran los genes para hacerlo resistente a la sequía.
Uvas
El objetivo es aumentar su resistencia y eliminar las semillas en el interior del fruto.
Calabaza
Se modifica para proteger a la planta contra los virus.
Beneficios de los alimentos transgénicos
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) estima que por efecto del cambio climático, para el año 2050 el decremento en la productividad agrícola será del 9 al 12 por ciento de las cosechas.
Por ello, el uso de especies transgénicas en la agricultura no sólo aumenta la productividad promedio al minimizar las plagas de insectos y maleza, sino que también hace un uso más racional de los agroquímicos, reduciendo los costos económicos, sanitarios y ambientales asociados.
Los cultivos transgénicos también presentan mayor resistencia a climas adversos y crecen en tierra seca y salina, lo cual podría representar una solución al problema de reducción en las cosechas.
El director de biotecnología en el Centro para la Ciencia en el Interés Público, Gregory Jaffe, asegura que: “Los cultivos transgénicos actuales son seguros para comer y su plantación no entraña riesgos para el entorno”.
Se han aprobado más de cien cultivos transgénicos para consumo tanto humano como animal en un lapso de 15 años, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, son tan seguros como los convencionales.
En la actualidad, ya se están desarrollando los primeros transgénicos animales. El primero en ser aprobado para el consumo humano en Estados Unidos fue un salmón AquaBounty (2010), que era capaz de crecer en la mitad de tiempo y durante el invierno gracias al gen de la hormona de crecimiento de otra especie de salmón y al gen “anticongelante” de otra especie de pez.
Por otro lado, la práctica de modificar genéticamente las especies para uso del hombre, acompaña a la humanidad desde sus orígenes, por lo que los sectores a favor de la biotecnología esgrimen estudios científicos para sustentar sus posturas, y acusan a los sectores anti-transgénicos de ocultar o ignorar hechos frente al público.
Algunos de los posibles beneficios de los alimentos transgénicos incluyen:
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Alimentos más nutritivos
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Alimentos más apetitosos
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Plantas resistentes a la sequía y a las enfermedades, que requieren menos recursos ambientales (como agua y fertilizante)
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Menos uso de pesticidas
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Aumento en el suministro de alimentos a un costo reducido y con una mayor vida útil
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Crecimiento más rápido en plantas y animales
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Alimentos con características más deseables, como papas (patatas) que produzcan menos sustancias cancerígenas al freírlas
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Alimentos medicinales que se podrían utilizar como vacunas u otros medicamentos
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