Ya Homero en La Odisea menciona a los gigantes, quienes eran una raza de hombres de grandes dimensiones y salvajes gobernados por Eurimedonte, que moraba en el lejano oeste, en la isla de Trinacia.
Pero fueron exterminados por el propio Eurimedonte debido a su insolencia hacia los dioses. Homero consideraba pues a los Gigantes, como a los feacios, cíclopes y lestrigones, una de las razas autóctonas que (con la excepción de los feacios) fueron destruidas por los dioses debido a su autoritaria insolencia, pero ni él ni Hesíodo sabían nada sobre la lucha de los dioses con los Gigantes.
Pese a estos registros y muchos otros en distintas culturas y zonas geográficas, no deja de sorprender que aparezcan vestigios de seres de los que poco se sabe y que no se han podido determinar las causas de su talla.
Un caso de estos sucedió en el municipio guanajuatense de Romita, cuando en 1995, en un terreno donde ahora se encuentra la Casa de Cultura municipal, se encontraron 7 esqueletos sepultados, ahora se sabe, en diferentes posiciones.
El profesor de artes plásticas y escultura, Tito Serrano, estuvo a cargo de las excavaciones en donde estaban las osamentas que aparentemente presentaban características especiales en la forma de estar sepultados en forma de los Chac Mool de Yucatán en posición fetal con la cabeza recargada sobre vasijas como era la costumbre de nuestros antepasados Otomíes y Chichimecas que habitaron estos lugares.
Tras los trabajos que realizara en la zona el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se determinó que su tamaño no era normal comparado con la talla de los habitantes que convivieron con estos hombres, pues la media rondaba el metro y medio de estatura. De acuerdo con el maestro Serrano, su origen se ubicó 400 años a. de C y fueron parte de la Cultura Chupícuaro.
Durante una entrevista, el maestro Serrano desentraña el misterio y aclara que aunque se ha dicho que median 2.45 mts, lo cierto es que su estatura oscilaba entre el 1.95 y 2.10 mts.
Entre las particularidades que también llamaron la atención de estas osamentas, sus cráneos tenían la forma de una bombilla y con las cavidades oculares demasiado grandes, además los dedos de los pies eran muy largos y uniformes lo que llamó la atención de los investigadores pues los pies humanos tienen una definición descendente de mayor a menor por lo qué estos restos se consideran extraños.
Han pasado ya muchos años de este hallazgo y no hay información con respecto a los esqueletos gigantes encontrados en este pueblo, Tito Serrano, asegura que tras su rescate, las osamentas fueron trasladadas al Instituto de Antropología e Historia de Guanajuato, donde supone que siguen almacenadas.
Lo cierto es que Homero no fue el único que registró en su obra, la existencia de gigantes, también lo hizo Bernal Díaz del Castillo, en su libro Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, cuando Hernán Cortés preguntó de donde provenían los aztecas ellos respondieron que sus antecesores les habían dicho que en los tiempos pasados había allí entre ellos poblados de hombres y mujeres muy altos de cuerpo y de grandes huesos.
Y que porque eran muy malos y de malas maneras que los mataron peleando con ellos y los que quedaron huyeron y murieron de viejos por lo que trajeron unos huesos como zancarrones de la rodilla a la cadera yo me medí ante él y era tan alto como yo atestiguo Díaz del castillo y así quedó asentado en sus crónicas.
Aquí te dejamos el texto donde se menciona. Justo en la página 28.
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