De acuerdo con un análisis de sostenibilidad realizado por Standard and Poors Sports Global Ratings (S&P Global Ratings), en México hay 11 estados con riesgo de sequía y entre ellos se encuentra Guanajuato.
El estudio señala que de no tomarse medidas de adaptación frente al cambio climático, hasta 20 de los 32 estados mexicanos se verán afectados por una alta exposición al estrés hídrico en 2050.
Los datos de S&P Global Sustainable señalan que el número de estados mexicanos expuestos al estrés hídrico aumentará a 20 en las próximas tres décadas en un escenario climático de estrés moderado.
Por lo que se deben tomar medidas preventivas, frente al promedio de 11 estados registrados en esta situación actualmente.
El grado de exposición al estrés hídrico diferirá según la geografía, la densidad poblacional y la actividad económica.
⇒LEER TAMBIÉN: Sequía en Guanajuato. Presas se encuentran al 47% de su capacidad
Los 11 los estados con mayor exposición en este momento son:
- Guanajuato
- Baja California
- Baja California Sur
- Aguascalientes
- Ciudad de México
- Estado de México
- Morelos
- Sonora
- Chihuahua
- Sinaloa
- Zacatecas
El análisis para determinar el estrés hídrico en estas entidades se basó en datos sobre Riesgos Físicos del Cambio Climático.
Para ello se asignaron puntuaciones de 1 (riesgo más bajo) a 100 (riesgo más alto) para evaluar la exposición de un lugar determinado a diferentes riesgos climáticos, incluido el estrés hídrico.
Los datos muestran que, en esta década (2020-2030), 11 de los 32 estados mexicanos ya se enfrentan a un alto estrés hídrico (con puntuaciones de 70 o superiores).
Cabe señalar que de acuerdo con el análisis de S&P Global Ratings, estas entidades que se enfrentan a un mayor riesgo ya presentan escasez de agua.
Advirtiendo que pueden experimentar menor crecimiento económico a medida que aumenten la frecuencia y la intensidad de las sequías.
¿Qué es el estrés hídrico y por qué se relaciona con la sequía?
La sequía y el estrés hídrico en varios estados de México no es algo nuevo, pero en los últimos tiempos su impacto se ha vuelto más intenso.
Aunque no hay una definición universal de sequía y existen diferentes tipos, según ONU-Agua, se considera que hay sequía cuando: “Hay una falta de suministro de agua tanto en superficie como en el subsuelo, lo cual se mide mediante el flujo de arroyos, lagos, embalses y niveles de agua subterránea”.
Informes públicos de los últimos tres años muestran que la escasez de agua ha afectado directamente a decenas de millones de personas en México.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), encargada de regular y administrar los recursos hídricos del país, informó en julio de 2022 que ocho de los 32 estados del país estaban experimentando sequías de moderadas a extremas.
S&P Global Ratings estima que esta tendencia podría acentuarse en la presente década debido al aumento de las sequías, la falta de inversión adecuada en infraestructuras hídricas, suministro y conservación, así como los recursos hídricos limitados.
Los estados de la República que dependen en mayor medida de aguas superficiales o subterráneas se enfrentan a un mayor estrés hídrico en comparación con aquellos que tienen niveles similares de consumo pero un mayor suministro.
Del mismo modo, en las zonas muy áridas, aunque la población sea relativamente menor, las industrias que requieren grandes volúmenes de agua pueden ejercer presión sobre el suministro.
Por otro lado, en estados con abundantes reservas de agua, sería necesaria una población mucho mayor y una mayor actividad económica para que se vean afectados los niveles de agua.
El grado de exposición al estrés hídrico variará según la geografía, la densidad de población y la actividad económica.
Estados que padecerán sequía si no se toman medidas preventivas
Para 2050, bajo un escenario climático de emisiones moderadas, el número de estados expuestos a un alto estrés hídrico (con puntuaciones de 70 o más en la escala 1 a 100), aumentará en nueve.
Esto sólo en caso de que no se tomen las medidas de adaptación adecuadas.
Estos nueve estados adicionales son:
- Nuevo León
- Tamaulipas
- Coahuila
- San Luis Potosí
- Querétaro
- Tlaxcala
- Hidalgo
- Colima
- Jalisco
¿Qué factores impactan en la sequía que se vive?
Entre las causas de sequía y estrés hídrico se encuentra la escasez de recursos debido a las bajas precipitaciones (a veces exacerbadas por el fenómeno de La Niña) y a un clima árido.
Estos factores están presentes en gran parte del norte del país, pero también en la región del Bajío, donde se encuentra Guanajuato.
Así como en los estados densamente poblados de la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Desde una perspectiva tanto crediticia como de bienestar comunitario, indica S&P Global Ratings, la vulnerabilidad de muchos estados mexicanos al estrés hídrico se ve agravada por una inversión insuficiente crónica en infraestructura hídrica, así como en otra infraestructura crítica en comparación con sus pares.
A su vez, esta inversión insuficiente repercute en el suministro de agua.
Y aunado a la escasez de agua o la frecuencia de las sequías, el estrés hídrico también lo determina el tipo de industrias, la demanda de agua y las medidas adoptadas (o previstas) para hacer frente al riesgo hídrico.
En este sentido, el estrés hídrico es un indicador útil para comprender la exposición de los estados a los riesgos relacionados con el agua.
El agua es clave para el desarrollo económico
El análisis señala que la necesidad de que México invierta en infraestructura hídrica aumentará a medida que se incrementen los riesgos relacionados con el agua.
El costo de estas inversiones y la incapacidad de proporcionar a la población un acceso garantizado a este recurso podrían limitar el potencial crecimiento económico del país.
A medida que se reduzcan las fuentes de agua dulce y aumente la población, la escasez de agua influirá en el desarrollo económico, la migración y la inversión en infraestructura pública en México.
De acuerdo con datos de la CONAGUA, casi dos tercios de la superficie del país son áridos o semiáridos, y la escasez de agua se está convirtiendo en un problema cada vez más urgente, así como en una amenaza potencial para la vitalidad económica y financiera de los gobiernos locales.