Un ataque de ansiedad puede causar una sensación de preocupación, tensión o miedo intenso, junto con síntomas físicos como sudoración, palpitaciones, dificultad para respirar y sensación de ahogo. Puede sentirse como si estuviera teniendo una crisis o una emergencia, y ser difícil de controlar o de predecir cuándo ocurrirá.
Es importante recordar que los ataques de ansiedad son una reacción normal y temporal del cuerpo ante situaciones estresantes, y no son peligrosos en sí mismos. Sin embargo, si son recurrentes o interfieren con la vida diaria, es importante buscar ayuda médica para tratarlos.
¿Qué hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad?
La ansiedad puede ser muy desesperante para una persona que la está experimentando. Lo primero a considerar ante una persona que la padece es mostrar empatía.
Además, hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a una persona que está teniendo una crisis de ansiedad:
- Proporciona un ambiente tranquilo y seguro: Trata de alejar a la persona de estímulos estresantes y ayúdale a encontrar un lugar tranquilo y privado donde se sienta cómodo.
- Escucha activamente: Presta atención a lo que la persona está diciendo y muestra interés en sus preocupaciones.
- Valida sus sentimientos: Acepta los sentimientos de la persona sin juzgarlos.
- Ayuda a la persona a respirar profundamente: Guía a la persona en la respiración profunda y en la relajación muscular progresiva.
- Ayuda a la persona a distraerse: Ayuda a la persona a distraerse con una actividad que le guste, como escuchar música, leer un pasaje de libro, contarle alguna anécdota, etc.
- Busca ayuda profesional: Si los síntomas de ansiedad son recurrentes o graves, es importante buscar ayuda profesional para tratar la causa subyacente y encontrar un tratamiento adecuado.
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¿Qué causa la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta emocional normal a situaciones estresantes. Sin embargo, cuando es excesiva o interfiere con la vida diaria, se considera ya como un trastorno de ansiedad.
Hay varias causas potenciales de trastornos de ansiedad, entre las que destacan las siguientes:
- Factores biológicos: ciertos cambios en los niveles de ciertos químicos cerebrales (neurotransmisores) pueden contribuir a la ansiedad.
- Factores genéticos: algunas personas tienen una mayor predisposición genética a desarrollar estas afectaciones.
- Factores ambientales: eventos estresantes o traumáticos (como un desastre natural o accidente), como la pérdida de un ser querido, un divorcio o una mudanza, pueden desencadenar este padecimiento.
- Factores psicológicos: algunas personas tienen patrones de pensamiento y comportamiento negativos que pueden contribuir.
- Factores médicos: algunas condiciones médicas, como el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, el síndrome de dolor crónico o padecimientos neurológicos, pueden causar o empeorar la ansiedad.
Es importante tener en cuenta que estas causas pueden interactuar de manera compleja y pueden variar de persona a persona.
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Tipos de ansiedad
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, entre los más frecuentes se encuentran:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): este trastorno se caracteriza por preocupaciones excesivas y persistentes sobre eventos o actividades cotidianas.
- Fobia específica: este trastorno se caracteriza por miedos intensos e irracionales a situaciones o objetos específicos, como las alturas o los animales.
- Trastorno de pánico: este trastorno se caracteriza por ataques de pánico repentinos e inesperados que se acompañan de síntomas físicos, como palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): este trastorno se caracteriza por obsesiones (pensamientos recurrentes e intrusivos) y compulsiones (conductas repetitivas e imperativas) que pueden interferir significativamente en la vida diaria.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT): este trastorno se desarrolla después de experimentar o presenciar un evento traumático, como un accidente, un acto de violencia o un desastre natural. Los síntomas incluyen flashbacks, pesadillas y evitación de estímulos relacionados con el evento traumático.
- Trastorno de ansiedad social (TAS): también conocido como fobia social, este trastorno se caracteriza por miedo intenso e irracional a situaciones sociales o de performance, como hablar en público o hacer nuevos amigos.
- Trastorno de ansiedad de separación: este trastorno se caracteriza por miedo intenso e irracional a estar lejos de una figura de cuidado o un lugar seguro.
Hay que señalar que estos trastornos pueden presentarse juntos y pueden ser similares en algunos aspectos, pero también tienen características únicas. Es recomendable buscar ayuda de un profesional de salud mental para determinar el tipo de ansiedad que se tiene.