Las calaveras son uno de los elementos del festejo del Día de Muertos.
Las calaveras literarias son epigramas o versos rítmicos de rima variada cuyo motivo principal es la muerte, haciendo de ésta un pretexto para efectuar una parodia de personas que pueden estar vivas o muertas, así como acontecimientos políticos o culturales. Las características que generalmente se aprecian en dichas creaciones líricas son ingenio, ironía, sutileza, caricatura, rima y musicalidad.
Origen
Las calaveras literarias semejan un epitafio hecho con motivo del Día de Muertos. En la actualidad, las calaveras son epigramas o versos rítmicos de rima variada cuyo motivo principal es la muerte, haciendo de ésta un pretexto para efectuar una parodia de personas que pueden estar vivas o muertas, así como acontecimientos políticos o culturales. Las características que generalmente se aprecian en dichas creaciones líricas son ingenio, ironía, sutileza, caricatura, rima y musicalidad.
De acuerdo con un ensayo del escritor veracruzano Adán Cabral Sanguino, publicado en la Revista Cultural Mito, la costumbre tiene sus orígenes en la época colonial y se vincula con ciertas expresiones de religiosidad ibérica de la alta Edad Media, como la Danza Macabra o Danza de la Muerte.
La tradición se enriqueció en la Nueva España con elementos prehispánicos, como el culto a Mictlantecuhtli (dios de la Muerte), los tzompantlis (troncos de cráneos de sacrificados y posible origen de las calaveritas de dulce) y la poesía precortesiana.
No se tiene un dato preciso sobre el origen de las calaveras literarias como las conocemos ahora, sin embargo, algunos textos refieren que podrían haber surgido a finales del siglo XIX, como una expresión crítica del pueblo contra la élite porfirista.
Las calaveras más antiguas de los que se tiene registro en hemerotecas, datan de 1849 en el periódico “El Socialista”, que editaba el médico italiano José Indelicato, en Guadalajara, Jalisco.
Las calaveritas son poesías populares, son nuestro mejor retrato con la muerte, en ellas el mexicano se mofa y desafía a la Muerte, se burla de amigos, políticos, artistas, etcétera; al fin y al cabo, como dijo el grabador Guadalupe Posada, la muerte es democrática, por eso en las calaveras literarias hay verbena para todos.
No posee una forma canónica o una estructura única y puede tratar sobre cualquier asunto, siendo los de la vida cotidiana los más frecuentes. Podríamos entender que la calaverita tiene una sola regla: ser humorística.
⇒LEE TAMBIÉN. Día de Muertos. ¿Qué lleva un altar de 7 escalones o niveles? Elementos y su significado
La calaverita literaria es como un tequila, alivia las penas y nos vuelve valientes. Además, a través de ella el pueblo mexicano logra hacer de la muerte un integrante más de la familia. Al invitarla a aparecer en las actividades cotidianas, al tutearla, al jugarle bromas, la muerte se vuelve mundana y dejamos de temerle. La calavera literaria significa echar mano del humor para sobreponerse a la tragedia de morir.
La vida comienza siempre llorando y así llorando se acaba, señala una canción de José Alfredo Jiménez. Y si la muerte es una tragedia inevitable, hay que hacer de nuestra vida una calaverita literaria: ser un pícaro y morir con buen humor, con sonrisa de calaca.
⇒LEE TAMBIÉN. Leyendas del Día de Muertos para niños
Ejemplo de calaverita literaria
Quien quiera gozar de veras
y divertirse un ratón,
venga con las calaveras
a gozar en el panteón.
Literatos distinguidos
en la hediondez encontré
en gusanos confundidos,
sin ellos saber por qué.
Y en gran tropel apiñados
Los vendedores corrían
contentos y entusiasmados
por el negocio que hacían.
Cereros de sacristía
que roban la cera al rato,
que con mucha sangre fría
se echan el sufragio al plato.