Francisco Márquez, Vicente Suárez, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Juan de la Barrera y Juan Escutia son conocidos como los Niños Héroes. Son los jóvenes cadetes del Colegio Militar que participaron en la Batalla del Castillo de Chapultepec, el 13 de septiembre de 1847, frente al ejército invasor de Estados Unidos.
Cada 13 de septiembre se conmemora un aniversario más de la Batalla de Chapultepec y la Gesta Heroica de los Niños Héroes, los cadetes que junto con soldados y civiles, resistieron por dos días los ataques de más de siete mil soldados norteamericanos.
Al respecto, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) destaca la importancia de este episodio:
“Existe una batalla que simboliza la resistencia en contra de la invasión norteamericana: la defensa del Castillo de Chapultepec los días 12 y 13 de septiembre de 1847, durante la cual un grupo de jóvenes cadetes del Colegio Militar, entre los que se encontraban Francisco Márquez, Vicente Suárez, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Juan de la Barrera y Juan Escutia, junto con soldados y civiles pertenecientes a diferentes batallones de la Guardia Nacional, resistieron por dos días el embate de más de siete mil efectivos norteamericanos”.
Cronología
La batalla del Castillo de Chapultepec inició a las cinco de la mañana del 12 de septiembre de 1847, cuando el ejército de Estados Unidos bombardeó el recinto que entonces era sede del Colegio Militar.
Los ataques continuaron hasta las siete de la noche. Alrededor de 832 soldados mexicanos defendieron el Castillo de Chapultepec.
Alrededor de las 5:15 de la mañana del 13 de septiembre se reanudaron las hostilidades por parte de los invasores.
Ante la fuerza de los ataques y la falta de ayuda, a las seis de la mañana, el general Nicolás Bravo dio la orden al centenar de cadetes del Colegio Militar de abandonarlo. Sin embargo, 50 jóvenes decidieron permanecer en combate y participar en la defensa.
A las ocho de la mañana, la infantería del ejército norteamericano inició el avance para tomar el Castillo. Al iniciarse el ataque, el Batallón de San Blas —único apoyo que recibieron los defensores de Chapultepec- llegó en auxilio de los mexicanos, pero sólo pudieron subir hasta la primera rampa donde intentaron detener el avance enemigo.
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En una cronología de los hechos, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México señala que:
“Los invasores avanzaron por el segundo tramo de la calzada con bandera desplegada, cayendo ésta algunas veces por la muerte del soldado que la llevaba, y retrocediendo algunos pasos las columnas; pero tomando otro la bandera y continuando el avance, donde los pocos defensores, aturdidos por el bombardeo, fatigados, desvelados y hambrientos, fueron arrojados sobre las rocas o hechos prisioneros, subiendo una compañía del regimiento de Nueva York a lo alto del edificio, desde donde algunos cadetes del Colegio Militar hacían fuego, eran los últimos defensores del pabellón mexicano. A las diez de la mañana, las tropas de los generales Quitman, Worth y Pillow se hicieron del Castillo, terminando con la resistencia mexicana”.
Cuentan que cuando todo había acabado, un oficial norteamericano observando el rostro de los cadetes muertos, sorprendido exclamó: “¡Pero si son apenas unos niños!”, fue a partir de esta expresión que se les llama “Los niños héroes”.
Fue el presidente Benito Juárez el primero en honrar oficialmente la gesta de los Niños Héroes, al decretar el 13 de septiembre día de luto nacional, en memoria de estos cadetes.
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Con información del INEHRM
