El youtuber Víctor González publicó el tercer episodio de su experiencia Curso Básico de Fuerzas Especiales.
Víctor, quien es originario de Irapuato, es el primer civil en tomar este curso básico de Fuerzas Especiales, un cuerpo integrado por los soldados de élite de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
En anteriores episodios el locutor originario del estado de Guanajuato y radicado en Tijuana, Baja California, ha compartido con sus más de 3 millones de seguidores en YouTube, su preparación y las primeras semanas de adiestramiento en el Cuartel General del Cuerpo de Fuerzas Especiales de la SEDENA, en Temamatla, Estado de México.
Día 2. “Los juegos del hambre”
El primer día de entrenamiento de montaña termina en la madrugada, cuando los cursantes concluyen con la construcción de los refugios. Fue un día agotador, los aspirantes a la insignia de las Fuerzas Especiales tuvieron que caminar más tres horas una distancia de 10 kilómetros de subida, con su equipo cuyo peso es de 30 kilos aproximadamente; montar su campamento, y realizar actividades físicas.
Hay pocas horas para dormir. Son las 0300 y el llamado a levantarse es a las 0530. El clima de la zona es cada vez más frío. El curso se realiza cuando las temperaturas son más bajas.
La jornada inicia cuando todavía está oscuro, con los honores a la Bandera. Se realiza el pase de lista de cada patrulla y se entonan los exhortos.
Posteriormente los integrantes de la SEDENA que participan en este curso realizan tres horas de acondicionamiento físico. Se trata del segundo día de ayuno; la prueba del hambre que dura cuatro días comienza a pasar factura, junto con las pocas horas de sueño y las bajas temperaturas (el termómetro marca 4ºC).
“La condición física de cada cursante va aumentando considerablemente (…) Los ejercicios te desgastan físicamente, a lo que se añaden las muy pocas horas de sueño”.
Después del acondicionamiento físico, los elementos se uniforman para realizar una ceremonia con los banderines de cada patrulla.
“Un banderín es lo que representa a cada patrulla; es como si fuera su bandera, su escudo, deben de protegerlo de cualquier situación. En este curso y en la vida militar descuidar tu banderín es una gran falta; una vez que lo portas debes jurar protegerlo. (…) Entre instructores y otras patrullas significaría mucho lograrle arrebatar el banderín a otro”.
La delgada línea entre la vida y la muerte
Las Fuerzas Especiales están entrenadas en habilidades de primeros auxilios. Como parte del curso, se realizan un ejercicio en el cual deben repeler una agresión y auxiliar a un soldado herido.
“La acción rápida es la diferencia entre la vida y la muerte. Uno de cada cuatro soldados de las Fuerzas Especiales recibe capacitación y entrenamiento médico avanzado en sanidad y atención”.
La razón por la cual es muy importante que se capacite al mayor número de elementos en primeros auxilios es simple: entre más personal esté capacitado, más posibilidades hay de salvar una vida. Mientras algunos revisan las heridas, otro más lo canaliza y en equipo se llevan a cabo las maniobras para evacuar al elemento herido, a fin de que reciba la atención necesaria a la brevedad.
Día 9
En el día 9 del curso de las Fuerzas Especiales, los instructores de la SEDENA realizan un ejercicio sorpresa; durante la madrugada organizan una incursión tipo guerrilla en una de las guerrillas que incumplió en dar señal de alerta.
“Como parte del entrenamiento los cursantes deben estar atentos las 24 horas, sin importar el cansancio. Una de las patrullas no lo hizo y los instructores planean infiltrarse para ver si la patrulla realiza las funciones de alerta o los vigilantes se quedaron dormidos.
Cada patrulla tiene dos vigilantes, quienes son los responsables de emitir cualquier alerta a sus compañeros, para implementar un plan de emergencia y salir a su base alterna, en caso de que se detecte alguna amenaza.
“El pelotón de guerrilleros se coloca y prepara la emboscada; como se esperaba todos estaban dormidos y al despertarse no sabían cómo reaccionar”.
El caos es tal que los instructores, en su papel de guerrilleros, se hacen con el banderín de la patrulla, quienes en la huída dejaron su equipo.
El plan de contingencia falló. La patrulla regaló su banderín y tienen que pagar por ese error.
“El primer pago es correr hasta el amanecer; no podrán dormir en lo absoluto. La guerra es el infierno y también la escuela de las Fuerzas Especiales”.