No se sabe exactamente cuántas paleterías ‘La Michoacana’ hay en México. Lo que sí sabemos es que detrás de estos negocios hay una historia de éxito empresarial.
Tocumbo es un municipio del estado de Michoacán que tiene poco más de 11 mil habitantes.
Esta pequeña localidad, que colinda al oeste con el estado de Jalisco, es cuna de uno de los modelos de negocio más exitosos en México: las paleterías ‘La Michoacana’.
Desde mediados de la década de 1940, Tocumbo se caracterizó por basar su economía en una actividad distinta a la agricultura y ganadería.
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Según el libro Rancheros y sociedades Rancheras, de El Colegio de Michoacán, los habitantes de Tocumbo, al igual que los de otras zonas agrícolas y ganaderas del occidente michoacano, se vieron en la necesidad de emigrar hacia Estados Unidos u otras ciudades más grandes.
Tal vez la decisión de entrar a operar negocios chicos de paletería y heladería obedeció a la experiencia que en el manejo de la leche tenían tocumbenses (…), a las reducidas inversiones que se requieren y a la sencillez de su manejo. Las paleterías existían en México desde mediados de la década de los veinte, pero en 20 años se multiplicaron por todo el país gracias a la paulatina introducción de la energía eléctrica, detalla la publicación.
¿Quién creó las paleterías ‘La Michoacana’?
Rafael Malfavón Villanueva es considerado como el iniciador de ‘La Michoacana’.
Malfavón tenía una paletería en su natal Tocumbo, uno de sus empleados, Ignacio Alcázar Pulido, extrajo cierta cantidad de dinero de la paletería y huyó con él a la ciudad de México donde abrió su propio negocio.
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La paletería de Alcázar, que se ubicó cerca de la antigua cárcel de Lecumberri y tenía como decoración algunos burdos dibujos de frutas, resultó ser un negocio muy exitoso.
”El negocio resultó ser tan bueno que no sólo poco tiempo después pudo pagarle a su antiguo jefe Malfavón Villanueva la ‘deuda’ que había contraído, sino que le dio posibilidad de abrir otras paleterías en el rumbo en las que puso a la cabeza a familiares”.
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Fue así como los paleteros de Tocumbo comenzaron a abrir negocios en distintas zonas de la ciudad de México.
“El éxito de estas empresas fue motivando a los de Tocumbo a abrir paleterías similares en diversos rumbos de la ciudad de México, y dado que requerían una inversión reducida, conseguían facilmente apoyo financiero con sus paisanos pudientes y pronto se podían independizar. Se fueron abriendo cientos de paleterías en todo el país con nombres que recuerdan su querencia coma La Flor de Michoacán, La Flor de Tocumbo, Janitzio o simplemente La Michoacana”.
El éxito de ‘La Michoacana’ se debe también al modelo de negocio. De acuerdo a la publicación, éste consistió en que los paleteros ya establecidos pusieron al frente de sus nuevos establecimientos a sus parientes o conocidos, a quienes tras dominar la operación del negocio, les vendían la paletería cobrándoles un interés mayor al bancario pero sin exigir mayores garantías.
“Esto permitía a los empleados convertirse en propietarios en poco tiempo, y si lograban hacerse de un pequeño capital, tenían la opción de establecer otra paletería, llamar a un paisano y, con el tiempo, vendérsela a crédito, repitiendo el ciclo hasta donde les era posible”.
No existe un cálculo oficial de cuántas ‘Michoacanas’ hay en nuestro país, pero las estimaciones van de ocho mil a 15 mil.