El Santuario de Jesús Nazareno que se encuentra en Atotonilco se ha ganado el nombre de la Capilla Sixtina de México.
Esto debido a los bellos murales que fueron pintados en techos y muros de este templo que se ubica a 17 kilómetros de San Miguel de Allende, aproximadamente 20 minutos en auto.
Esta iglesia fue construida entre 1740 y 1748 por iniciativa del devoto Luis Felipe Neri de Alfaro, quien pensó que este lugar podría ser casa para ejercicios espirituales.
El templo cuenta una nave principal, sacristía, siete capillas y seis camarines; los murales que adornan el techo y paredes fueron pintados por un queretano llamado Miguel Antonio Martínez de Pocasangre, durante un periodo que duró 30 años.
En 2008, el Santuario de Atotonilco fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Su arquitectura y decoración testimonia la influencia de la doctrina de San Ignacio de Loyola: UNESCO.
Como dato curioso es aquí donde el cura Miguel Hidalgo tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe. A las afueras del Santuario hay artesanía típica de la zona.
Murales
Los murales del Santuario de Jesús Nazareno son coloridos y didácticos del siglo XVIII.
Se les consideran la obra maestra de Antonio Martínez de Pocasangre. Por años permanecieron en el olvido, hasta que la Unesco les otorgó la categoría que merecían.
Inicialmente, Luis Felipe Neri de Alfaro ordenó una construcción que buscaba ser similar al Santo Sepulcro de Jerusalén. Pero la obra se convirtió en la “Capilla Sixtina” de México.
Este recinto forma parte del Camino Real de Tierra Adentro o Ruta de la Plata, el cual estuvo en funcionamiento entre los siglos XVI y XIX.
Son más de 60 sitios distribuidos en varios estados del país por donde se transportaba la plata y otros minerales. Dicha ruta también es Patrimonio Mundial.
Capillas
El santuario de Atotonilco está integrado por siete capillas que se fueron construyendo en varias etapas de su historia.
Las capillas del Santo Sepulcro; del Calvario; la de Belén y la Natividad; la capilla del Cenáculo y la Virgen de la Soledad; de la patrona de San Miguel de Allende, la Virgen de Loreto; del Rosario, y de la Purísima.
Los expertos aseguran que su obra tiene influencia del arte flamenco y también elementos del arte indígena.
Los murales abarcan alrededor de 2,500 metros cuadrados de superficie cubiertos con diferentes técnicas: “al fresco, al temple, sobre canvas y asombrosamente, sobre plata”.
Ruta de la Independencia
El Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco también es forma parte de la Ruta de la Independencia.
La leyenda cuenta que Miguel Hidalgo y Costilla fue cura de esta iglesia durante un tiempo y que de ahí tomó un óleo de la Virgen de Guadalupe, el cual usó estandarte para convocar al pueblo a luchar por la Independencia la madrugada del 16 de septiembre de 1810.
Sin embargo, Jacinto Barrera Bassols, investigador del INAH, escribe en su libro, “Pesquisa sobre un estandarte. Historia de una pieza de museo”, que dicho estandarte no existió.
Se trató de un invento de un arzobispo para culpar a Hidalgo de “fautoría (utilizar los símbolos religiosos con objetivos deleznables), uno de los delitos eclesiásticos más castigados”.
Con información del INAH y EL UNIVERSAL Destinos
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