Luego de semanas de mucha tensión, el pasado 24 de febrero, Rusia lanzó una ‘Operación Militar Especial’ en contra de Ucrania, iniciando así una guerra entre ambas naciones.
Previo a este ataque por parte del gobierno ruso, había desplegado miles de soldados y tanques en la frontera de su vecino.
A pesar de que miles de soldados se encontraban listos para el ataque, Estados Unidos tenía confianza en que la guerra se pudiera evitar y se priorizaran las salidas diplomáticas al conflicto entre ambas naciones.
El presidente ruso, Vladimir Putin incluso había señalado que se encontraba que dispuesto a una solución diplomática. Al mismo tiempo los países europeos buscaban que se realizara un retiro de las tropas rusas en la frontera con Ucrania.
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Al haber fracasado las negociaciones, Putin ordenó la ‘Operación militar’, a través de un mensaje de televisión, en el mismo momento en que el Consejo de seguridad de la ONU, invitaba a Rusia a abandonar la zona y desistir de los ataques.
El objetivo de esta invasión por parte del gobierno rusdo es “desmilitarizar” la región prorrusa pero no ocupar Ucrania.
¿Qué busca Rusia al atacar a Ucrania?
Tras la caída de la Unión Soviética en 1990, varios países que habían sido colonias de la URSS, como Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Rumania y otras, se unieron a la OTAN.
La OTAN, creada en 1949 y que entre sus objetivos estaba ser un contrapeso de la Unión Soviética, pudo tener posición a una distancia muy cercana a Moscú.
En 2008, la OTAN reveló que entre sus planes, estaba incorporar a Ucrania, aunque en ese momento aquello parecía lejano.
Ahora que esa posibilidad parece cercana, Putin lo ve con malos ojos, pues la expansión de la OTAN, la ha considerado amenazante.
Desde su llegada al poder en 1990, Putin ha buscado regresarle a Rusia la grandeza que como potencia tuvo por décadas.
En los 22 años como presidente ha trabajado para demostrar que Rusia sigue siendo un peso importante en la región y en el mundo, al tiempo que ha reagrupado y conformado un ejército poderoso.
Rusia no quiere que Ucrania se una al occidente
Por mucho tiempo, el presidente ruso ha señalado que tanto Bielorrusia como Ucrania, tienen un nexo casi indivisible con Rusia por la historia y cultura que comparten.
En este sentido, Bielorrusia se ha mantenido como aliada de Moscú, pero no es el caso de Ucrania, que ha manifestado en diferentes momentos su intención de unirse a la Europa Occidental.
Un punto de quiebre en la relación entre estos países sucedió en 2014 cuando el entonces presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanukovich, fue obligado a abandonar el país tras una serie de protestas que se fueron radicalizando, exigiendo el cambio económico hacia el modelo de Europa Occidental y un cambio total de gobierno.
Como respuesta a estos hechos, Rusia invadió y anexó rápidamente Crimea, parte de Ucrania.
Asimismo, desde Moscú se apoyó una rebelión separatista que dio como resultado que grupos prorrusos se hicieran del control de una parte de la región ucraniana de Donbás, en una guerra que aún continúa y que le ha costado la vida a más de 13 mil personas.
¿Por qué es tan importante Ucrania para Rusia?
Ucrania es el segundo país más grande del continente por extensión después de Rusia y por delante de Francia y España.
Para Putin, el seguir contando con el apoyo de Ucrania es importante. Con ello puede demostrar que Rusia tiene tanto poder en la geopolítica, como cuando existió la URSS.
Apenas el pasado mes de diciembre, Rusia colocó como una de sus exigencias para mantener la paz en la región, que Ucrania no fuera anexada a la OTAN. Y que las fuerzas de esta organización en los países de Europa del Este que ha anexado, se redujera.
Las acciones militares que ha emprendido Rusia en contra de Ucrania, ha provocado que civiles apelando al nacionalismo estén creando milicias para combatir al invasor, lo que podría derivar en una posterior guerrilla que podría prolongarse por largo tiempo.
EU sólo ha impuesto sanciones económica a Rusia
A pesar de que Estados Unidos ha condenado las acciones militares de Rusia,el pasado mes de diciembre aseguró que no enviaría tropas para apoyar la defensa de Ucrania, por ser un país que no se encuentra dentro de la OTAN.
Sin embargo, el presidente estadounidense Joe Biden, ya ordenó el envío de armas antitanques y antiaéreas a Ucrania.
Asimismo, ya aumentó la presencia militar estadounidense en los países de la OTAN que tienen frontera con Rusia, al tiempo que ya tiene a 8 mil 500 soldados listos para ser desplegados a Europa del Este.
Pero las acciones más importantes por parte de Estados Unidos, han ocurrido en el área económica. Ahi es donde Biden amenazó a Putin con “consecuencias económicas como nunca ha visto”. Las cuales posteriormente comenzó a ponerlas en práctica.
- Entre las principales sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Rusia se encuentran:
- Dos bancos rusos recibieron sanciones, así como miembros de la élite rusa.
- Se le prohibió a Rusia negociar deuda en los mercados estadounidenses o europeos.
- Sanciones contra la empresa involucrada con un oleoducto que conecta a Rusia con Alemania.
- A los mayores bancos rusos, se les impedirá el acceso a los mercados financieros occidentales así como a empresas rusas.
- En Estados Unidos se congelaron billones de dólares en activos rusos, incluidos los fondos controlados por las élites rusas y sus familias.
- Se restringirán las exportaciones de tecnología a Rusia.
- Ha trascendido que también se buscarían congelar los activos personales que Putin y sus aliados tienen en el extranjero.
La intención de estas sanciones es afectar la economía rusa en el corto, mediano y largo plazos.
¿Qué pierde Europa con este conflicto?
En Europa las sanciones que se quieren imponer a Rusia han causado división pues muchos países de este continente mantienen importantes relaciones comerciales con Rusia.
Además, muchos de ellos también dependen del suministro de gas que les proporciona Rusia. Una necesidad que ha explotado Moscú en otras ocasiones, para evitar sanciones por parte del bloque europeo.