Empresario, escritor, filántropo y político mexicano, Francisco I. Madero, se desempeñó como presidente de México del 6 de noviembre de 1911 al 19 de febrero de 1913, además de ser el principal impulsor de la Revolución Mexicana a través del Plan de San Luis.
Madero nació en Parras de la Fuente, Coahuila. Fue hijo de una acaudalada familia de agricultores; estudió en Estados Unidos y Francia. Fue afecto a los estudios filosóficos y espiritistas.
Los antecedentes de este conflicto se remontan a la situación de México bajo la dictadura conocida como el porfiriato, durante el cual Porfirio Díaz ejerció el poder en el país de manera dictatorial desde 1876 hasta 1911.
Fueron 35 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y tuvo estabilidad política. Pero estos logros se realizaron con altos costos sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz.
Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el porfiriato.
La revolución fue una de las más significativas luchas sociales en el siglo XX mexicano, la cual permitió la construcción de nuestra actual nación.
¿Cuándo inició la Revolución Mexicana?
De acuerdo con el INERHM (Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México) la Revolución Mexicana fue un conflicto armado que nació por diversas causas, que vieron en ella, una oportunidad para lucharlas.
El inicio de la Revolución fue el 20 de noviembre de 1910, fecha en la que Francisco I. Madero, convocó a los mexicanos a levantarse en armas contra el gobierno de Porfirio Díaz a través del Plan de San Luis.
En este documento , la principal consigna fue la alternancia democrática, convocar a nuevas elecciones y la no reelección.
El Plan de San Luis
En el Plan de San Luis se declararon nulas las elecciones del 4 de octubre de 1910 en las que Porfirio Díaz y Ramón Corral fueron declarados ganadores electos como presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, para el sexenio 1910-1916.
El documento realizado el 5 de octubre de 1910 y proclamado en la ciudad de San Antonio, Texas en Estados Unidos, también señalaba que Madero ocuparía de manera provisional la Presidencia, haciendo un llamado a todos los mexicanos para tomar las armas en contra del gobierno del general Díaz a partir de las 6 de la tarde del domingo 20 de noviembre de 1910.
Madero, elegido presidente de México
El 25 de mayo de 1911, en función de los Tratados de Ciudad Juárez, a Francisco León de la Barra se le nombró Presidente Interino. La función del gobierno que encabezaba era la de buscar la paz y convocar a elecciones.
Sin embargo el interinato se extendió seis meses. En este tiempo la situación del país empeoró, pues se fue convirtiendo en ‘una extensión del porfiriato, sin don Porfirio’.
De la Barra buscó apresurar la desarticulación de las fuerzas revolucionarias. Sin embargo Zapata se negaba a hacerlo debido al incumplimiento de la repartición de tierras ofrecida por Madero en el Plan de San Luis.
Y en medio de los conflictos entre zapatistas y maderistas, el gobierno organizó elecciones presidenciales y vicepresidenciales. En estas, el Partido Constitucional Progresista postuló a Madero, el Partido Liberal Radical a Francisco León de la Barra y el Partido Liberal Puro a Emilio Vázquez Gómez.
En los nuevos comicios, Francisco I. Madero fue elegido presidente de México y José María Pino Suárez fue elegido vicepresidente, tomando posesión en el cargo el 6 de noviembre de 1911.
Una de sus primeras acciones como presidente, fue exigir la rendición de los grupos revolucionarios. Con ello se ganó una ‘rivalidad política’ con Pascual Orozco.
El primer acto de Madero después de la firma de los tratados de Ciudad Juárez fue un gesto de reconciliación con el régimen de Díaz. Para ello eligió en su mayoría a maderistas de la clase alta para su gabinete, además mantuvo el sistema federal.
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Cuando Orozco trató de postularse para gobernador del estado de Chihuahua, Madero apoyó a su oponente Abraham González. Tras la proclamación del Plan de Ayala Madero ordenó a Orozco dirigir las tropas federales para reprimir a Emiliano Zapata, Orozco se negó.
En marzo de 1912, Orozco dio a conocer su Plan de la Empacadora y formalmente se declaró en rebelión contra Madero.
Revolución Mexicana: Decena Trágica
Del 9 al 19 de febrero de 1913, se dio el periodo de Decena Trágica, diez días en el que un grupo de inconformes con intenciones golpistas, se levantaron en armas contra el gobierno del Presidente Francisco I. Madero.
Los líderes impulsores de la Decena Trágica fueron Bernardo Reyes, Félix Díaz, Manuel Mondragón y Victoriano Huerta, siendo este último quien traicionó a Madero y concluyo su traición con la firma del documento el Pacto de la Ciudadela, mejor conocido como el Pacto de la Embajada, con la intervención directa del embajador estadounidense Henry Lane Wilson.
Tras reunirse con Huerta y algunos de sus generales Wilson expresó su apoyo y contribuyó en gran parte a incrementar la presión. Para ello difundió noticias alarmantes y sugiriendo al presidente William Howard Taft, la necesidad de una intervención armada o incluso derrocar al régimen maderista.
El suceso inició la madrugada del 9 de febrero de 1913 en la ciudad de México. Un grupo de cadetes de la Escuela Militar de Aspirantes de Tlalpan y la tropa del cuartel de Tacubaya se levantaron en armas, comandados por los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz.
Se dirigieron a Santiago Tlatelolco y a Lecumberri, donde pusieron en libertad a los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz.
Lauro Villar comandante de las fuerzas defensoras y fiel a Madero sometió la rebelión. En esta batalla falleció Reyes, lo cual obligó a Díaz y a Mondragón a cambiar de estrategia, defendiéndose en La Ciudadela.
Con este apoyo de Estados Unidos lo que se buscaba era el derrocamiento de un presidente electo de forma democrática para otorgársela a Huerta. Huerta era un tirano, asimismo se establecía que Huerta asumiría la Presidencia Provisional, antes de 72 horas, con un gabinete integrado por reyistas y felicistas.
Aprehensión de Madero
El 18 de febrero de aquel año finalizó la decena trágica. El general Aureliano Blanquet habló con Madero y le aseguró su lealtad y la de Huerta. Momentos después con la excusa de un creciente peligro el teniente coronel Jiménez Riveroll habló con Madero y le informó que sería llevado a un lugar seguro. Federico González Garza descubrió lo que sucedía cuando un pelotón entró al Palacio Nacional, entonces gritó: ‘¡Vienen a aprehender al presidente Madero!’.
Horas antes de la detención de Madero y sus ministros, su hermano Gustavo A. Madero comía en el restaurante Gambrinus donde fue abordado por Huerta, allí le solicitó su pistola y salió del restaurante, instantes después un grupo de soldados arrestó a Gustavo y lo trasladó a la Ciudadela.
En la madrugada del 19 de febrero en la ciudadela Gustavo fue brutalmente asesinado. Se le golpeó, pateó, incluso con un bayoneta le arrancaron un ojo falso.
Revolución Mexicana: Muerte de Francisco I. Madero
Madero sin conocer la muerte de su hermano y siendo presionado por sus amigos y familiares firmó su renuncia. Caso similar el de Pino Suárez, ambos tras firmar sus renuncias se mantuvieron positivos, llegando a creer que serían llevados Cuba. Por la mañana tras conocer la muerte de su hermano, Madero ‘se derrumbó’.
A las 10 de la noche del 22 de febrero de 1913, cuando se disponían a dormir Madero y Pino Suárez fueron interrumpidos por el coronel Joaquín Chicarro. Este les informó que serían trasladados a la penitenciaria.
Sabiendo que el final estaba cerca Madero se despidió de Felipe Ángeles con un ‘adiós mi general, nunca volveré a verlo’.
Finalmente cerca de las 11 de la noche, Madero fue subido a un automóvil Protos y Pino Suárez en un Peerless o un Packard.
Fueron trasladados al Palacio de Lecumberri. A su llegada se les informó que debían entrar por la puerta trasera, en ese momento Madero le dijo al mayor Francisco Cárdenas que atrás no había ninguna puerta.
Los automóviles se detuvieron, Cárdenas obligó a bajar a Madero, en cuanto bajó le disparó en la cabeza, muriendo instantáneamente.
Pino Suárez también fue obligado a bajar de su auto. Al bajar el teniente Rafael Pimienta le disparó, al ver el fin de Madero trató de huir, herido por el primer balazo, gritando ‘¡Socorro, me asesinan!’, tras esto Pimienta y los soldados que los acompañaban le dispararon.
En total Madero recibió 2 disparos en la cabeza, Pino Suárez recibió 13 disparos también en la cabeza. La versión oficial del suceso fue: ‘Al llegar al tramo final del camino a la Penitenciaría, fueron atacados por un grupo armado, en medio del ataque los prisioneros trataron de huir por lo cual resultaron muertos».
Debieron pasar varios años para que se difundiera una versión más real. Los cadáveres de madero y Pino Suárez, fueron enterrados en fosas en la parte trasera de la Penitenciaría. Además se le disparó a los automóviles para confirmar la versión oficial de los hechos.
Al día siguiente se difundió la noticia.