El 27 de abril de 1862, llegaron a Veracruz tropas francesas con la intención de invadir México, como consecuencia de la suspensión de pagos de deudas, que hiciera el presidente Benito Juárez y que derivara en la Batalla de Puebla.
El avance de las fuerzas francesas comandadas por el General Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, provocó la movilización de las tropas mexicanas.
¿Qué pasó en la Batalla de Puebla?
El General Ignacio Zaragoza quien ostentaba el cargo de General en Jefe del Ejército de Oriente, decidió concentrar sus fuerzas en la Ciudad de Puebla y ponerla en estado de defensa, con el objetivo de enfrentar en ese lugar a las fuerzas invasoras.
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A las 9 de la mañana del 5 de mayo de 1862, con el disparo de un cañón mexicano dio inicio una de las jornadas más gloriosas que registran nuestra historia patria.
El mando francés concentró su esfuerzo en el Fuerte de Guadalupe, por lo que lanzó un primer embate a este punto.
A pesar de la superioridad en armamento de las fuerzas de Lorencez, estas fueron detenidas por las tropas nacionales. El ataque francés hacia el Fuerte de Guadalupe se repitió dos veces más.
Sin embargo los soldados mexicanos lograron rechazarlos en ambas ocasiones y provocar con ello la retirada francesa.
Víctor Hugo reprobó la invasión francesa a México
Víctor Marie Hugo, es considerado uno de los poetas dramaturgos y novelistas más importantes en lengua francesa, reprobó la invasión que realizara Francia en nuestro país.
En la biografía que realizara de Porfirio Díaz, Doralicia Carmona Dávila, señala que:
Víctor Hugo proclamó desde su exilio:
“¡Hombres de Puebla!…No es Francia la que os hace la guerra: es el Imperio…Valientes de México ¡resistid!… Si sois vencedores, mi fraternidad de ciudadanos, y si sois vencidos, mi fraternidad de proscrito”.
¿Quién fue Víctor Hugo?
Víctor Hugo contribuyó de forma notable a la renovación lírica y teatral de la época; fue admirado por sus contemporáneos y aún lo es en la actualidad, aunque ciertos autores modernos le consideren un escritor controvertido.
Su implicación política, que le supuso una condena al exilio durante los veinte años del Segundo Imperio francés (1852-1870), permitió a posteriores generaciones de escritores una reflexión sobre la implicación y el compromiso de los escritores en la vida política y social.
Al inicio de la Revolución francesa de 1848, Víctor Hugo fue nombrado alcalde del 8.º distrito de París.
Posteriormente diputado de la Segunda República con escaño entre los conservadores.
Durante los motines obreros de junio de 1848, Hugo participó personalmente en la matanza.
Comandó tropas frente a las barricadas en el distrito parisino para el que fue nombrado alcalde; más tarde desaprobó la sangrienta represión desarrollada tras la revuelta.
Cuando se produjo el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851, en Francia, Víctor Hugo intentó huir pero fue retenido; sin embargo un comisario francés se negó a detenerlo diciéndole «¡Sr. Hugo, no le arresto porque solamente detengo a la gente peligrosa!».
Hugo se exilió voluntariamente en Bruselas, Bélgica y condenó con fuerza el golpe de Estado, sus razones morales, y a su autor, Napoleón III.
En un panfleto publicado en 1852, Napoleón, el Pequeño, así como en Historia de un crimen, escrito al día siguiente del golpe de Estado y publicado 25 años más tarde,
Cuando Napoleón III firmó el decreto de 1859 de amnistía general de los presos políticos, Hugo se había negado a sacar provecho de esta gracia del «usurpador» («Quand la liberté rentrera, je rentrerai» —Cuando vuelva la libertad, volveré—) y tampoco lo hace en la de 1869.
Finalmente regresó a Francia en septiembre de 1870, después de la derrota del ejército francés en la Batalla de Sedán y recibe una acogida triunfal por parte de los parisinos.