Al revisar la despensa o el refrigerador de cualquier hogar, sin lugar a dudas encontraremos varios ejemplos de alimentos procesados.
La modernidad y estilos de vida han propiciado de cierta manera, que este tipo de alimentos se encuentren presentes dentro de nuestra dieta diaria, pues no se tiene el tiempo para ir diario a comprar alimentos frescos o inclusive, para cocinar.
Los alimentos procesados, al estar llenos de sabor resultan muy atractivos para las personas que los consumen. Pero no siempre nos preguntamos el por qué tienen tanto sabor. Sencillamente porque están cargados de grasas, de azúcar y de ingredientes artificiales que son los que les otorgan esa cualidad.
¿Qué son los alimentos procesados?
Se podría decir que un alimento procesado es aquel que ha sufrido cambios o ha sido procesado de forma industrial antes de llegar a nuestra mesa.
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En este sentido, existen diversos grados de manipulación, pueden ser tan sencillos como el secado del alimento o la congelación o tan complejo como el hecho de crear fórmulas con un equilibrio adecuado en nutrientes.
La mercadotecnia realizada por las industrias alimentarias consigue que nos inclinemos por ese tipo de productos que prometen hacernos la vida más cómoda, aunque pocas veces sepamos si realmente son saludables o no.
Pero no se trata de algo reciente o propio de la modernidad, pues en tiempos muy remotos, nuestros antepasados ya utilizaban el procesado de alimentos. Se comenzó con el fuego y la cocción de los alimentos para continuar con la fermentación, el secado y la preservación con sal, por ejemplo.
Con esto podemos decir que aquellos ancestros procesaban, sobre todo con el objetivo de conservar los alimentos, sin dejar por ello de ingerir también los alimentos frescos que pudieran encontrar.
En la sociedad actual, sin embargo, utilizamos estos alimentos como una forma de ahorrar tiempo que nos evita acudir a un lugar no siempre lejano, por los alimentos no procesados.
Tipos de alimentos procesados
En este apartado, se clasifican de acuerdo al grado de procesamiento que se ha llevado a cabo:
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Alimentos poco procesados: se preparan para hacer más fácil su consumo. Entre ellos se encuentran los frutos secos pelados, las verduras ya lavadas y cortadas, pero a ninguno de ellos se les ha añadido ningún ingrediente.
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Alimentos sometidos a pequeños tratamientos: en estos alimentos se lleva a cabo algún tipo de proceso. Los alimentos congelados o cocidos, las latas de conservas o las verduras congeladas.
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Alimentos que llevan ingredientes añadidos: estos alimentos llevan incorporados ciertas sustancias que mejoran o cambian sus propiedades. Se trata de que su sabor o apariencia mejoren. Aquí estaremos hablando de edulcorantes, conservantes y colorantes.
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Alimentos bastante procesados: son alimentos que son adecuados para consumir de forma inmediata y que han sido sometidos a un gran procesamiento. Entre ellos encontramos las papas fritas, los embutidos, las galletas, etc.
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Alimentos muy procesados: estos son los alimentos que vienen listos para introducir en el horno o microondas, como por ejemplo las pizzas o los platos preparados congelados.
Pero aunque estemos acostumbrados a consumir de forma habitual alimentos procesados, no resulta muy difícil regresar a alimentos más saludable.
Un forma en que lo puedes intentar, es comprar alimentos frescos, y de temporada, que te harán mucho bien. Si además de esto, consigues que la mayoría de cereales que consumas sean integrales, tu dieta se enriquecerá muchísimo al aportarte una gran cantidad de fibra, minerales y vitaminas del grupo B, sobre todo.
10 alimentos procesados que puedes cambiar por alimentos frescos
- Refrescos
- Galletas
- Sopas instantáneas
- Nuggets
- Hamburguesas
- Salchichas
- Yogurt
- Mayonesa
- Azúcar refinada
- Pizzas pre-elaboradas
Cuando tengas ganas de comer algo dulce, prefiere unas pasas, dátiles o cualquier fruta fresca que te llenará de energía y minerales con muy pocas calorías.
Debes tomar en cuenta que el hecho de dedicar un tiempo para cocinar algo saludable, en lugar de abrir un paquete o una lata, es un acto positivo hacia ti mismo.
Una sopa de sobre, por ejemplo, tiene una calidad por debajo de una que tú mismo hayas cocinado.
Mantener una buena alimentación, se basa no sólo únicamente en lo que comes, sino también en cambiar y mantener ciertos hábitos, ello repercutirá en tener una nutrición adecuada que sume en tu bienestar integral.
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