El 5 de febrero es un día de mucha importancia en el calendario de nuestro país, pues en esta fecha se recuerda la promulgación de la Carta Magna o Constitución Mexicana, es decir, el documento que contiene las leyes que rigen el destino de nuestro país hasta nuestros días.
A pesar de que la Constitución Política se ha modificado en diversas ocasiones, en ella se encuentran contenidos todos los derechos y obligaciones de los mexicanos.
Fue el 5 de febrero de 1917, cuando se promulgó la nueva Constitución, documento que recogió las demandas sociales, políticas y económicas que habían dado sustento ideológico a la lucha armada iniciada por Francisco I. Madero en 1910.
En este nuevo documento destacaron los artículos sobre la educación (3°), el derecho a la tierra y la reivindicación del suelo y del subsuelo como propiedad originaria de la nación (27), la cuestión obrera (123) y la relación Iglesia-Estado (130), los cuales mostraban una expresión de una legislación nacionalista y moderna en temas sociales.
Llegar al resultado de aquella nueva Carta Magna, significó un proceso excluyente, pues los constituyentes de 1917 eran todos leales a Venustiano Carranza, así que las voces críticas quedaron fuera y se les calificó de “reaccionarios”.
Venustiano Carranza consideraba que los reaccionarios no eran solamente “las clases elevadas de toda la República y los próceres del Capital”, también lo eran todos los revolucionarios derrotados: villistas, convencionistas, magonistas y hasta los viejos maderistas que nunca lo apoyaron.
Por esta razón, Carranza quiso sepultar para siempre la historia de sus enemigos y les negó una curul en el Constituyente de 1917.
En resumen, la nueva Constitución se construyó solo con la voz de los vencedores. El documento fue discutido y jurado en el viejo Teatro Iturbide -hoy de Teatro la República-, en Querétaro. (Con información de WikiMéxico)
