La navidad está próxima y con ella llegan una serie de tradiciones y costumbres que hacen única esta época del año. Se trata de la celebración por el nacimiento de Jesús.
Entre estas tradiciones de la navidad, se encuentran las pastorelas, pequeñas obras de teatro que tratan sobre el camino de la Virgen y San José a Belén para recibir al Salvador.
Actualmente, las pastorelas son principalmente cómicas y en ellas se narran las dificultades que deben pasar un grupo de pastores, para llegar al pesebre de Belén a adorar al Niño Dios.
Historia de la pastorela
La Adoración a los Reyes Magos, ideada por fray Andrés de Olmos, puede considerarse como la primera pastorela en México. Fue escrita en idioma náhuatl y contiene pasajes como el del Rey Herodes, quien dice a los mensajeros de los tres reyes: Id a darles la bienvenida; dadles el parabien de su llegada. Haya música, haya baile. Dadles honores, ponedles guirnaldas de flores… logrando con ello, a través de la música, las danzas y las flores, arraigar la tradición en los indígenas.
En Italia, durante el siglo XVI, Torcuato Tasso dio a conocer el género teatral “fábula pastoril” que era una pastorela o villancico escenificado. La palabra pastorela viene del italiano “pasttorella” que en español significa pastorcilla.
Se sabe que en nuestro país, los mayas y los aztecas, hacían representaciones dramáticas de diferente tipos: cacerías, hombres disfrazados de animales, curaciones importantes, etc. Estas representaciones tenían un carácter religioso y se llevaban a cabo frente a los templos de sus dioses. Los misioneros aprovecharon las inquietudes teatrales y religiosas del pueblo para evangelizarlo, suplantando poco a poco sus ritos paganos por las pastorelas.
Pastorelas navideñas mexicanas
El inicio formal de las pastorelas navideñas en México, de acuerdo con historiadores, fue en 1527 en Cuernavaca con “La Comedia de los Reyes”. En 1530 se escenificó “La Natividad Gozosa de Nuestro Salvador”.
A través de estas representaciones se comenzó a escenificar el peregrinar de José y de la Virgen María y se fueron incorporando las aventuras de los pastores y las tentaciones que lograron vencer para llegar a Jesús. En las pastorelas se ve claramente la lucha entre el bien y el mal.
Los personajes principales son los pastores, diablos, ángeles, arcángeles y el ermitaño. Frecuentemente hay otros protagonistas adicionales como indios, rancheros y monjes; por lo general, la Virgen María, San José y el Niño Jesús suelen estar representados como figuras del nacimiento. Sin embargo, en algunas pastorelas son personas quienes los caracterizan, pero no forman parte en el diálogo.
La actuación incluye diálogos, cánticos y danzas, así como la escenificación de batallas. La trama es siempre igual, pero las variedades son tantas como el propio ingenio lo permita. El lenguaje es sencillo y se ha transmitido, muchas de las veces, por tradición oral y se pueden presentar en calles, plazas o en los atrios de las iglesias.
Hay pastorelas que en la actualidad cuentan con un libreto y que se presentan en un escenario formal, dentro de un teatro, auditorio o centro cultural y donde intervienen actores profesionales. José Joaquín Fernández de Lizardi escribió en el siglo XIX La noche más venturosa, considerada como la primera pastorela teatral.
En algunos casos, las pastorelas se han separado de los festejos navideños y se representan como una danza más para honrar al Santo Patrono de algún pueblo. En ellas se suele suprimir el diálogo y la trama se expresa a través de la coreografía y las batallas.
Por ejemplo, en Lo de Villa, Colima, se festeja al Señor de la Expiración, un Cristo viajero que durante varios meses visita diferentes iglesias de su estado y regresa a su hogar el segundo martes de enero. Su llegada se acompaña con un gran desfile y danzas, donde hay varios grupos como los de conquista, media conquista y apaches, que representan un sin número de pastorelas originarias de pueblos diferentes.
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