Los nombres de las hermanas González Valenzuela forman parte de la historia criminal de México.
Mejor conocidas como “Las Poquianchis”, María Luisa, Delfina, María de Jesús y Carmen y González Valenzuela fueron acusadas del asesinato de al menos 80 mujeres; aunque se sospecha que fueron autores de los homicidios de al menos 150 personas.
“Las Poquianchis” eran originarias de El Salto, Jalisco; durante su infancia fueron víctimas de violencia familiar cometida principalmente por su padre.
Incluso, para huir del maltrato de su padre, Carmen se fugó con su novio, siendo ella adolescente y su pareja varios años mayor. Sin embargo el escape falló; su padre logró encontrarla y tras una golpiza, la encarceló en la prisión municipal.
Estando en la cárcel Carmen conoció a un hombre que la ayudó a recuperar su libertad y con quien tuvo un hijo.
Las hermanas trabajaban como obreras en una fábrica textil, donde recibían sueldos miserables. Al morir sus padres, recibieron una modesta herencia que ocupan para abrir un prostíbulo. Fue así como inició su pequeño imperio criminal.
El primer local de las hermanas González Valenzuela estuvo en El Salto, pero tuvieron que cerrarlo porque una riña alertó a las autoridades que cerraron el establecimiento.
Posteriormente las hermanas mudaron su local a Lagos de Moreno, donde las autoridades se corrompieron y toleraron la operación del prostíbulo. Posteriormente abrieron otro bar en San Francisco del Rincón, Guanajuato. Fue en este lugar donde se ganaron su apodo de “Las Poquianchis”.
Las mujeres que trabajaron con Las Poquianchis fueron reclutadas con engaños; se les hacía creer que trabajaría como empleadas domésticas, pero una vez reclutadas, se les secuestraba y se les obligaba dar sexoservicio.
El 6 de enero de 1964 fueron detenidas en San Francisco del Rincón, después de que una de sus víctimas logró escapar y denunció ante las autoridades.
En Guanajuato se encontró un pequeño cementerio con los restos humanos de las decenas de las víctimas de las hermanas.
Tras la captura de “Las Poquianchis” se supo que las víctimas padecieron abuso sexual y fueron sometidas a condiciones extrema de encierro; incluso se les asesinaba si intentaban escapar. También se habló de que eran obligadas a participar en ritos satánicos.
La historia de “Las Poquianchis” inspiró a Jorge Ibargüengoitia para escribir su novela ‘Las Muertas‘, la cual fue el guión de una película de Felipe Cazals.
La revista Alarma! aseguró haber vendido dos millones de ejemplares debido a la cobertura de este caso. (Con información de Algarabía y WikiMéxico)