Dolores del Río nació el 3 de agosto de 1904 en Durango, este día se conmemora un año más de este suceso y Google lo celebró con un doodle muy colorido, lleno de flores.
Del Río es una de las divas del cine mexicano, y con ello inmediatamente viene a la mente otra diva, María Félix, con quien siempre se le relaciona por una rivalidad.
Dolores triunfó en Hollywood antes que en México, donde se le recuerda por películas como María Candelaria, La Malquerida, La cucaracha, Doña Perfecta.
Sus personajes son muy distintos, a Dolores siempre se le identificó con lo femenino, lo aristocrático, de una belleza fina. A María de una personalidad recia, un poco huraña y hasta altanera, pero eso sí, bellas las dos.
Algunos datos destacados de la biografía de Dolores Río son:
Dolores Asúnsolo y López Negrete fue hija única de Antonia y Jesús Leonardo Asúnsolo, próspero ganadero y comerciante originario de Chihuahua.
Ella decía que fue criada como una princesa y que su madre estaba tan orgullosa de su origen aristocrático que viajaba a todas partes con un enorme legajo en el que conservaba documentos notariados que certificaban la nobleza de su linaje familiar, el cual se remontaba a la España anterior al virreinato.
Cuado estalló la Revolución Mexicana, los Asúnsolo emigraron a la Ciudad de México, dejando atrás sus posesiones más preciadas.
Dolores recordaría ese traslado como su primer contacto con un México muy distinto al que ella pertenecía: un país de soldaderas y campesinos, de personajes recios, dignos y humildes, iguales a los que ella interpretaría en sus cintas más famosas.
Desde muy pequeña Dolores demostró aptitudes para la danza, arte que la daría a conocer entre el selecto grupo social en el que se desenvolvía.
En un recital dancístico donde la joven Dolores conoció a Jaime Martínez del Río, un refinado y culto heredero, con quien contrajo nupcias tan solo dos meses después.
En 1925, el matrimonio ofreció una fiesta a la que asistió el norteamericano Edwin Carewe, productor de Hollywood. La belleza y gracia de Dolores cautivaron a Carewe, quien se enamoró perdidamente de ella. En un movimiento audaz, el productor convenció a la pareja de abandonar su bucólica vida en la capital mexicana y emigrar a Hollywood, en donde Dolores se convertiría -de nuevo- en una princesa, ahora de la pantalla de plata.
En Hollywood, Dolores del Río filmó más de treinta películas, se divorció de su primer esposo, se casó con el escenógrafo Cedric Gibbons y se convirtió en una celebridad internacional.
Cuando su fama entró en declive regresó a México, sin imaginar que iniciaría una nueva y exitosa carrera.
Con información de Estrellas de Cine Mexicano